BEIJING, 8 oct (Xinhua) -- Acariciados por la suave brisa del otoño, muchos de los habitantes de los suburbios de Beijing dedican buena parte de su tiempo a cosechar castañas.

Con una cobertura forestal del 93 por ciento, una historia de unos 500 años plantando castaños y una sección de la Gran Muralla de 19,8 kilómetros, los residentes del poblado de Bohai solían depender de este cultivo para ganarse la vida.

Sin embargo, en los últimos años, aparte de este trabajo tradicional, son cada vez más populares la acogida de turistas en hostales familiares, el regreso de los jóvenes a su tierra natal para crear emprendimientos y los equipos de trabajo dedicados a la revitalización rural.

EL NUEVO NEGOCIO DEL VIEJO CARPINTERO

Desde muy joven, Wang Futian aprendió a utilizar el serrucho y el martillo para ganarse la vida en el poblado de Bohai, que es jurisdicción del distrito de Huairou, en el norte de Beijing. Hoy, a sus 74 años, confiesa que jamás imaginó que su viejo oficio se convertiría en la marca distintiva de un nuevo negocio.

Wang abrió el primer hostal familiar junto a su esposa, Huang Mengzhen, en el año 2018, y lo llamó "El Viejo Carpintero", el sobrenombre con el que todos lo conocían.

Hace más de 20 años, los turistas que visitaban la sección Mutianyu de la Gran Muralla pedían alojamiento en casa de Wang y Huang, que en ese entonces no tenía ni televisores ni baños. Apenas cobraban unos 10 yuanes (1,42 dólares) por noche.

Con los incentivos y las políticas preferenciales de préstamos del Gobierno, que forman parte de los programas de revitalización rural de China, el matrimonio pudo construir un hostal de diseño moderno que cuenta con todas las comodidades y el atractivo especial de las artesanías de madera elaboradas por Wang.

El negocio resultó un éxito, en parte por la belleza natural del pueblo, rodeado de montañas y cruzado por el río Huaisha, a pocos kilómetros de la Gran Muralla, pero sobre todo gracias a la calidez humana de sus anfitriones.

El éxito del primer hostal y las facilidades ofrecidas por el Gobierno motivaron al viejo carpintero a abrir un segundo negocio, que fue tan bien recibido como el primero.

"Los dos hostales pueden acomodar unas 30 personas y usualmente están completamente reservados antes de la temporada de vacaciones, lo que nos proporciona unos 400.000 yuanes de ingresos al año", dice Wang.

"El Viejo Carpintero" contrata también un ama de llaves y un cocinero, ambos de la misma localidad, y envía la ropa de cama y las toallas sucias a una lavandería cercana para mayor comodidad.

"Cuando se abrió la lavandería, en 2017, solo contaba con dos empleados, ahora somos seis, todos locales", comenta Wang Jianrong, quien opera una de las máquinas combinadas de lavado y secado.

Peng Xingjin, director del centro de servicios turísticos de Bohai, detalla que en la localidad hay 187 negocios como "El Viejo Carpintero", los que proporcionan unos seis millones de yuanes en ingresos a los lugareños que alquilan sus tierras a particulares o empresas que operan hostales.

Durante los primeros siete meses de 2022, Bohai recibió 906.000 visitantes y generó ingresos totales por 172 millones de yuanes por concepto de turismo.

La prosperidad del poblado ofrece también muchas oportunidades para que los jóvenes puedan cumplir sus sueños. Ese es el caso de Ren Xuemei, anfitriona del hostal Xiaoman.

"Abrir casas de familia es una buena manera de proteger y mostrar la cultura y la ecología locales", asegura Ren. "De hecho, con el apoyo de las políticas locales los pueblos están atrayendo a muchos jóvenes a regresar".

La joven empresaria, que cultiva un pequeño jardín en la entrada de su negocio, señala que "el entorno ecológico está mejorando cada vez más, el agua se vuelve más limpia y Bohai resulta un lugar más agradable".

CASTAÑAS PARA UNA VIDA DULCE

El distrito de Huairou, al que pertenece el poblado de Bohai, es conocido en toda China por el cultivo de castaños, que se remonta a los tiempos de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911).

Sin embargo, durante las últimas décadas, ante la competencia de otras áreas de producción y cierto atraso tecnológico, la industria enfrentó dificultades. Fue entonces cuando entró a jugar la visión estratégica del joven Li Sipeng, jefe adjunto de la cooperativa "Viejo Castaño".

"Instalamos chips en la plantación de castaños para controlar su humedad y temperatura, y también para detectar enfermedades y plagas", explica Li, quien regresó a su pueblo natal en 2017 para hacerse cargo de la cooperativa.

"Ahora los cultivadores pueden conocer las condiciones de crecimiento de los castaños a través de las pantallas de la cooperativa", añade.

Para garantizar la calidad, también establecieron una norma de plantación y recogida de las castañas para los campesinos miembros, al tiempo que les ofrecen apoyo tecnológico.

"En la planta de la cooperativa realizamos el procesamiento de los productos agrícolas primarios", comenta Li, y agrega: "Así extendemos la cadena de la industria y aumentamos el valor agregado de las castañas".

Li Baoyu, de 69 años, y su esposa conducen un triciclo eléctrico durante una hora desde el pueblo de Ganjianyu, a más de 10 kilómetros, para vender las castañas a la cooperativa.

"El precio aquí es más alto que el de otros compradores", señalan. Ese mismo día vendieron unos 450 kilos, que les generaron un extra de 800 yuanes en comparación con otros lugares.

Además, la cooperativa ha incursionado en el comercio electrónico y las transmisiones en vivo para promocionar sus productos y aumentar las ventas.

Yang Xingcai, responsable del trabajo forestal de Bohai, apunta que el Comité del Partido Comunista de China del poblado y el Gobierno local han apoyado a las cooperativas profesionales para llevar a cabo un procesamiento profundo de las castañas y brindan políticas de apoyo para su producción.

El valor de producción de las castañas en la localidad superará los 60 millones de yuanes en 2022, lo que se traducirá en un aumento de los ingresos de los productores locales, de acuerdo con Yang.

A LA SOMBRA DE LOS CASTAÑOS

Con la idea de aprovechar al máximo la tierra disponible, multiplicar las ganancias de los habitantes locales e impulsar la revitalización rural, Wu Shangjun, experto del centro de promoción de técnicas agrícolas de Beijing, y quien empezó a trabajar como primer secretario del Partido acreditado en el pueblo de Dongtai hace un año, tuvo la idea de utilizar la sombra de los castaños para cultivar hongos comestibles.

Como profesional de las técnicas agrícolas, Wu estaba convencido de que la agricultura y el turismo rural debían potenciarse mutuamente.

"Lo que emprendimos se conoce como cultivo tridimensional, que se basa en hacer un uso completo del espacio y el terreno", explica. "De esta forma podemos cultivar múltiples variedades de plantas en un solo lugar a fin de aumentar la productividad".

Las autoridades locales aportaron tecnología y materiales a los campesinos para echar a andar el proyecto.

"Esto ayuda al desarrollo económico del pueblo y nos permite ganar dinero a la sombra de los castaños", asegura Cao Zhongyou, uno de los cultivadores que se sumó a la iniciativa, mientras prepara la tierra para una nueva ronda de cultivo.

"Es un negocio suplementario que nos ha traído el primer secretario de nuestro pueblo", añade Cao.

Los hostales familiares y restaurantes de la localidad han acogido de buen agrado los hongos y en la actualidad se ofrece una gran variedad de platos que los tienen como ingrediente principal.

Wu afirma que los hongos tienen un valor que va más allá del alimenticio, pues también atraen a las personas interesadas en la experiencia rural. "Los turistas pueden apreciar los productos agrícolas de aquí y llevárselos también a casa", dice.

El sueño cumplido del viejo carpintero, las ideas innovadoras del joven Li para el cultivo de castaños y la introducción de hongos a la sombra de los árboles son solo algunos de los múltiples caminos de la revitalización rural en China, que aprovecha las condiciones locales y el talento de su pueblo para dejar atrás la pobreza y avanzar con esperanza y decisión hacia el futuro.