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Conde Duque es el barrio al que ir cuando quieres hacer un plan completo de exposiciones, compras y después tomar algo.
Elena Francés - Redactora • octubre 1, 2022
Conde Duque es el barrio de Madrid que ha ido absorbiendo toda la gente que el turismo de Malasaña ha ido echando. Sus límites no están claros, pero es todo aquello que rodea el cuartel que da nombre y esencia al barrio. Construido entre 1717 y 1730, el entonces conocido como Real Cuartel de Guardias de Corps, toma posteriormente el nombre del Conde de Lemos y Duque de Berwick y Liria, que más tarde bautizaría la zona.
Tanto la conversión del cuartel en centro cultural como la disposición de sus plazas, sin coches, perfectas para tomar algo, —además de estar de paso entre varias zonas neurálgicas de la ciudad, como plaza España o Argüelles— han convertido al barrio en el sitio propicio para que confluya lo alternativo, lo culto y lo exclusivo.
El Café Moderno es uno de los míticos de la zona, y su historia ha estado (y está) íntimamente ligada a la del séptimo arte. No en vano fue el escenario elegido por Pedro Almodóvar para rodar parte de su película Madres Paralelas. Patricia García Méndez, una de las propietarias del local, destaca de esta zona que es «como un pequeño pueblo dentro de Madrid».
La propia plaza de las Comendadoras ha sido escenario de otras producciones tanto de cine como de televisión: ha sido escenario de El cochecito (Marco Ferreri, 1960) y el Kramer (el local contiguo al Café Moderno) y su entorno han sido escenario, por ejemplo, de largometrajes como Lucía y el sexo (Julio Medem, 2001), Noviembre (Achero Mañas, 2003) o Cinema Verité (Elena Manrique, 2013).
Delish Vegan Doughnus es un experimento que le salió bien a su creadora, Sumera, entusiasta de la repostería vegana. Empezó vendiendo online y ahora tiene dos tiendas en Madrid, una de ellas en Conde Duque. Además de veganos, son artesanales y hecho con ingredientes naturales. Seas vegano o no, si pasas por el barrio es difícil resistirse a comerse uno.
Calle Cristo, 3 y Calle Corredera Alta de San Pablo, 12
¿El mejor restaurante chino del centro de Madrid? Son palabras mayores y para semejante afirmación habría que probarlos todos, pero por lo pronto: ni confirmamos ni desmentimos. Su carta es una biblia: porque hay que profesarla y por sus dimensiones. Hay platos que también merecen ser venerados como por ejemplo el cordero con cominos, la pasta de arroz con salsa coreana o los tirabeques salteados. Platos que no sabías que existían y que quizás no te pedirías (como el intestino salteado) pero que son una auténtica delicia.
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Es uno de los restaurantes con más personalidad de la capital: no en cualquier local puedes encontrar lo mismo teteras luminosas y tazas colgando del techo que osos de peluche, globos aerostáticos, cortinas de luces y detalles vegetales. Traspasar las puertas de El Jardín Secreto es adentrarse en otro universo.
La visita está más que justificada solo por vivir la experiencia de un espacio tan particular, pero además es una buena opción para comer o merendar. Suele llenarse con facilidad, así que recomendamos ir con tiempo o reservar.
Bueno, bonito y vegano. Frutas prohibidas es el lugar ideal para disfrutar de productos artesanos locales y bio en cualquier momento del día. Su luz natural y el ambiente del local, decorado con plantas y mesas de madera, evocan un agradable entorno natural en el que pasar una tarde tranquila disfrutando de su oferta gastronómica. Entre sus habituales, uno de los platos estrella más recomendados son sus huevos Benedict veganos, pero es de esos pocos sitios de Madrid (como Mad Mad Vegan) que han seguido la estela de las hamburguesas veganas y que lo hacen excelentemente bien.
MICA es pequeñito. Apenas unas cuantas mesas en su interior que se complementan con una coqueta terraza frente al Centro Cultural Conde Duque en la plaza de Guardias de Corps. La carta de MICA también es pequeñita, pero tan grande en calidad que se convierte en ese restaurante al que volver hasta probarlo todo.
Te llamarán la atención sus pizzas, pero recomendamos, encarecidamente, pedir un par de focaccias para compartir. Este pan cobra aquí todo su sentido cuando, abierta, se rellena de pesto y mortadella de pistacho (Dalla) o de crema de calabaza, guanciale flambeado, queso salvacremasco y nueces (Zucchetta). Además, su carta de vinos es sorprendente y apuesta por los naturales y orgánicos.
Federal Café nació en Barcelona, pero es de espíritu y concepto australiano. En Madrid, el primer Federal apareció en la plaza de las Comendadoras, uno de esos lugares de Madrid que tiene una vibra diferente. En la esquina con la calle Amaniel, las grandes cristaleras nos dejan entrever a decenas de personas trabajando, conversando o comiendo, acompañados de una buena taza de café. Café de especialidad, brunches contundentes, tartas deliciosas y todo un menú de salados para no salir del Federal desde el desayuno a la cena.
Este otoño, el equipo de Federal nos proponen una serie de bebidas para entrar en calor y abandonarse a las especias: Beetroot Super Latte, Golden Milk Latte, Chai Tea Latte y el famoso «cura-todo», de jengibre caliente, con jengibre natural, miel y lima.
Una persona cubana viene de Miami a Madrid, se enamora de la ciudad, vuelve a Miami y cuando vuelve, monta una cafetería en Conde Duque Madrid. En muy pocas palabras esa es la historia de Ricky, la persona detrás de la barra de Unfltrd Coffee y autodefinido como «el chico del sombrero». Café de especialidad, estética cálida y platos sobrios pero contundentes para hacer un buen brunch o desayuno. Un lugar más que agradable para pasar horas y horas y disfrutar de un buen café.
Una chimenea, un sofá Chester en el hueco de la escalera, múltiples sillones, balcones con vistas a una plaza búcolica… El ambiente hogareño de MÜR Café es una verdadera fantasía rústica; el escenario perfecto para devorar uno de los mejores brunch de Madrid. En la carta, de influencias londinenses, no faltan el té Earl Grey, los crumpets ni las consabidas baked beans. Que nadie se marche sin probar las tartas y la repostería casera, o se estará perdiendo la mitad de la diversión.
El primer Panic de Madrid abrió en Conde Duque. Aquí venden un pan de masa madre, sin mucha floritura, pero con mucho fundamento, de corteza dura y esponjosa miga por dentro. Javier Marca, el dueño, defiende el hecho de haber sido de las primeras panaderías en las que el pan se hace por encargo, de manera que se venda siempre todo evitando excedentes. Panic cuenta ahora con dos espacios más: un puesto en el Mercado de Chamberí y La Nave, en la que solo hay venta al público por las mañanas.
📍 Calle del Conde Duque, 13; Calle de Rosario Romero, 6 (La Nave) y Calle de Alonso Cano, 10
Quesería Cultivo abarca todos los pasos de la cadena de producción; son ganaderos, productores, afinadores y distribuidores. Además, han hecho una apuesta por introducir tecnologías para conseguir quesos singulares, con carácter y tipicidad. Y a la vez, mantienen dos quesos tradicionales, como son el queso Manchego y el Gamoneu. Una de sus primeras tiendas está en la propia calle Conde Duque.
📍 Calle Cavanilles, 6; Carrera de San Francisco, 14; calle Conde Duque, 15 y calle Clara del Rey, 20
Sportivo es una de las tiendas multimarca de ropa masculina con mejor selección y más exclusivas de Madrid. Además de contar con marcas difíciles de encontrar en otras tiendas como A kind of Guise, Marni o Universal Works, el ojo y conocimiento de sus dueños sobre moda les ha hecho distinguirse de otras tiendas de la zona. Si los precios te parecen muy elevados, en la planta de abajo suelen tener todo rebajado.
Está justo en frente de Sportivo, también está centrada en ropa masculina, pero con una perspectiva más skater o urbana, de hecho, tienen una buena selección de deportivas, pero también bastantes marcas nicho de lujo. También podrás encontrar las líneas más alternativas de marcas más conocidas y una buena selección de accesorios.
Misia es la confirmación de que Conde Duque no es solo el barrio de moda, también es en el que vas a encontrar las tiendas multimarca con la apuesta más valiente por la moda. Se nota que Cándida Ledo sabe bien lo que vende, cada marca tiene un hilo conductor entre la feminidad, la artesanía, el cuidado de los materiales, un aire romántico y precios elevados.
Este barrio surge y toma el nombre de este antiguo cuartel militar reconvertido en centro cultura. Conocido como ‘cuartel del Conde Duque’, se le llama así en honor al Conde de Lemos y Duque de Berwick y Liria (1718-1785), descendiente de los reyes de Inglaterra y casado con una hija del Duque de Alba, cuya familia conservó la propiedad de los terrenos hasta 1943. Ahora es uno de los tres grandes espacios urbanos culturales que gestiona el Ayuntamiento de Madrid, junto a Matadero Madrid y CentroCentro.
El edificio alberga numerosas instituciones gestionadas a través de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos; la Dirección General de Patrimonio y Paisaje Urbano; y la empresa pública Madrid Destino.
La Iglesia de San Marcos es un edificio ideado por Ventura Rodríguez que data de 1753. El arquitecto y divulgador cultural Pedro Torrijos define como «uno de los edificios barrocos más importantes del mundo». Y añade: «Ventura Rodríguez no estaría pensando en el enorme tráfico que hay fuera y esta especie de silencio que hay dentro, pero favorece a esa experimentación de contrastes que es la esencia del barroco».
La residencia oficial de la Casa de Alba es el domicilio particular más grande de Madrid, y lo puede visitar quien quiera. Los salones señoriales de esta céntrica mansión, en la que hoy vive el XIX duque de Alba, están abiertos al público mediante visitas guiadas que se sirven de la música clásica y otros recursos sensoriales para narrar la historia del palacio y sus habitantes.
En las quince estancias del recorrido (que incluye una magnífica biblioteca y un salón de baile como de cuento) se reparten esculturas, tapices, muebles, porcelanas y obras de arte de genios como Goya, Velázquez y Tiziano, entre muchos otros.
Quizá la referencia más conocida de esta plaza sea la Fuente de los Afligidos (también conocida como Fuente de la Escalinata) que le da acceso desde la calle Princesa: una fuente barroca rodeada a ambos lados por una escalera, obra de Federico Coullant Valera.
Las escaleras desembocan en la plaza de Cristino Martos, en la que se puede encontrar un parque y algunos de los locales más conocidos de la zona, como la cafetería MÜR Café. Además, guarda un secreto que no todos conocen: la fachada de uno de sus edificios está cubierta por ilustraciones de Mingote, al que también recuerda una placa: «A D. Antonio Mingote por enseñarnos con humor y amor la vida».
Este artículo ha sido escrito a diez manos por Alberto del Castillo, María F. Carballo, Isabel Nieto , Lucía Mos y Elena Francés.
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