Lucila Díaz es una artesana oaxaqueña que desde el Jardín del Cantador expone y vende sus alebrijes

Alejandro Sandoval Guanajuato.- Cada artesanía elaborada por Lucila Díaz lleva plasmada su imaginación, sus alegrías y también sus momentos de nostalgia.

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Colores vivos sobresalen de esos alebrijes de figuras míticas y animales emblemáticos como el Colibrí, el Leopardo, el Quetzal y el Xoloitzcuintle.

También hay alebrijes de Tortugas, Jirafas, Mantarrayas y Búhos, todos tallados en copal, cien porciento trabajados a mano.

“Como estamos en el día… si estamos contentos o estamos tristes, así van variando nuestros pintados”, destacó.

Lucila señaló que cuando está contenta, sobresalen los colores prendidos, vivos, pero cuando tiene nostalgia, los colores son más oscuros o fondo negro, sin embargo, conservan el toque de Oaxaca.

Una de sus piezas favoritas y que más pide la gente son los Colibríes, la cual tiene una manera muy peculiar de trabajar.

Señaló que el pico de este animal se debe tallar con una navaja muy afilada, donde primero trabajan el cuerpo y luego las alas.

A la madera se le da forma cuando está verde y se le aplica un barniz especial para que no sea carcomida por los insectos.

Una vez que se tiene la figura tallada, se resana y se pule para pasar a la fase del decorado con decenas de colores brillantes que hacen vibrar a la pieza.

“El colibrí es de buenos augurios, lo puedes tener en tu casa, en la entrada del hogar o en un jardín, donde puedas verlo”, comentó.

Lucila tiene su espacio en la exposición de artesanos oaxaqueños que está instalado en el Jardín del Cantador.

Para las personas interesadas en pintar su propio alebrije o tiene alguna idea para plasmar, pueden acudir con ella para llevarlo a cabo.

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Todas las piezas se decoran a mano alzada, con pequeñísimos pinceles, jeringas y herramientas que también nacen de la imaginación de la gran familia artesanal de Oaxaca.