La crisis de suministros afecta a los esquís suizos - SWI swissinfo.ch

2021-12-27 10:36:24 By : Ms. Admin Tina

Periodista multimedia, Dominique Soguel comenzó su carrera de periodista internacional en la agencia France-Presse cubriendo la Primavera Árabe. También trabajó como corresponsal de Associated Press en Estambul, antes de trasladarse a Suiza en 2016. Es hablante nativa de inglés y español con raíces suizas, le encanta viajar y aprovechará cualquier oportunidad para conversar en italiano, árabe o francés, preferiblemente tomando un café. ¡Té no, gracias!

Más artículos de este autor / esta autora | Redacción en inglés

El especialista de swissinfo.ch en India cubre una amplia gama de temas, desde las relaciones bilaterales hasta Bollywood. También sabe un par de cosas sobre el sector relojero suizo y se inclina por la parte francófona de Suiza.

Más artículos de este autor / esta autora | Redacción en inglés

El ingrediente secreto que ha contribuido a que la marca de esquí suiza Stöckli gane reputación como una de las mejores del mundo es un pegamento especial fabricado con materias primas importadas de Inglaterra y Japón.

El polvo de origen japonés que se usa en el proceso de producción es tan importante que la galardonada empresa siempre se ha asegurado de tener suficiente inventario para capear cualquier tormenta. Por ello, cuando se produjo el doble golpe de la pandemia de coronavirus y de la crisis de la cadena de suministro global, estaba preparada.

Pero lo que la empresa suiza no pudo prever fue la lucha que libraría más tarde para conseguir todo el resto de las materias primas que utiliza para fabricar un par de esquís, que van desde los núcleos de madera hasta el acero utilizado en las puntas.

"Pensamos que iba a ser un sprint, pero ha sido un maratón", dice Christoph Fuchs, director de fabricación de Stöckli Swiss Sports AG, fabricante de esquís desde 1935, firma que cuenta entre sus clientes a Marco Odermatt, una estrella en ascenso que lideró la Alpine Skiin World Cup masculina en 2021.

"Cada vez que resolvemos un desafío, llega el siguiente y luego otro más”, dice.

Stöckli es uno de los cientos de fabricantes suizos afectados por la interrupción de la cadena global de suministro que generaron la pandemia de coronavirus y el bloqueo del carguero Evergreen al Canal de Suez, que tuvo lugar en marzo cuando este último quedó varado.

El precio que esta suma de factores ha tenido para la economía suiza se conoció el 9 de diciembre, cuando el Gobierno helvético corrigió a la baja su pronóstico de crecimiento para el 2022, llevándolo de 3,4 a solo 3%.

La Secretaría de Estado de Economía (SECO) culpa a la incertidumbre que provoca todavía la pandemia de COVID-19 y a los "cuellos de botella internacionales de capacidad y suministros" que presionan a la industria y generan fuertes incrementos en los precios en el mundo. El Gobierno también elevó su pronóstico de inflación al consumidor de 0,8% a 1,1% para el 2022 debido al repunte en los precios de la energía y los materiales.

En Suiza, los salarios son buenos y las condiciones de trabajo atractivas para los extranjeros. Pero los permisos de trabajo están limitados.

“Una desaceleración adicional en la recuperación económica sería esperable si los cuellos de botella duran más de lo estimado en la producción global y los incrementos inflacionarios conducen a una presión sostenida en los precios, impulsando también a las tasas de interés”, añadió SECO en un comunicado.

Los expertos predicen que los problemas de la cadena de suministro persistirán hasta bien entrado el 2022 y posiblemente también hasta el 2023, así que las empresas deben concentrarse ahora en mitigar los riesgos para identificar y gestionar lo mejor posible sus vulnerabilidades.

“COVID no solo ha hecho que los políticos hablen sobre cadenas de suministro, sino que también ha demostrado a las empresas cuan seriamente deben tomarse este tema de la cadena de suministro", dice Stephan Wagner, experto en el tema de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ). “Las empresas deben disponerse a invertir también en algo que es poco probable que suceda”, añade.

Para Stöckli, los problemas de abastecimiento de insumos comenzaron en la primavera, con un retraso de tres semanas en la entrega de plástico aguardado por su fábrica de Lucerna, a unos 60 kilómetros al suroeste de Zúrich. Demoras que pronto se extendieron a otros materiales.

Maderas como la paulownia, que es dura, pero también ligera y resistente a las deformaciones, y que se cultiva preponderantemente en Asia, llegó varias semanas tarde durante el verano debido a que los proveedores de Austria se vieron afectados, a su vez, por los "cuellos de botella" de los envíos desde China. Los adhesivos, el caucho y los metales también tardaron dos o tres veces más en llegar.

La empresa se vio obligada a cambiar su cronograma de producción para casi 30 modelos de esquís, debió ajustar los materiales, e incluso, en algunos casos tuvo que cambiar de proveedores.

Pero conseguir materias primas no ha sido el único desafío. Los precios de las materias primas utilizadas en los esquís Stöckli han aumentado en promedio un 10% este año, según Fuchs. El mayor aumento, 20%, fue para el adhesivo que la firma utiliza para producir sus productos.

Regístrese para recibir en su correo electrónico nuestro boletín semanal con una selección de los artículos más interesantes.

“Somos un actor pequeño en la industria del esquí y si queremos obtener los materiales a tiempo, lo único que nos queda es decir ‘sí’ a los precios más altos", dice Fuchs. Este sobrecosto será absorbido por la compañía y no por los consumidores en la presente temporada de invierno, ya que los incrementos no se habían producido durante el primer trimestre del 2021, cuando se fijaron los precios para los minoristas y distribuidores.

Pero ¿qué está causando los problemas de la cadena de suministro que hoy afligen al mundo? Christoph Wolleb, director de gestión y operaciones de la cadena de suministro de KPMG Suiza, identifica tres factores principales: escasez de materias primas más relevantes; problemas de logística, como la falta de barcos y contenedores; y el cierre de fábricas en Asia causados por las restricciones por la COVID.

“Cerrar una fábrica durante una semana no solo significa que las empresas tendrán que esperar esa semana adicional para recibir sus productos, sino que toda la cadena de suministro se verá sumida en el desorden y la recuperación tomará 10 veces más tiempo que la interrupción".

Al igual que el resto de Europa, Suiza se recupera apenas de los efectos de los cierres de puertos decididos por los gobiernos para frenar la propagación del virus. Los muelles de la región de Asia-Pacífico y Estados Unidos siguen lidiando con retrasos y congestiones, lo que ha provocado una escasez mundial de contenedores de envío y ha tornado más difícil y costosa la transportación marítima de mercancías de Asia a Europa.

Sin embargo, no todos los tipos de escasez están relacionados con la pandemia, dice Wolleb, refiriéndose a la madera que se utiliza en la construcción. “La demanda era alta incluso antes de la COVID y cuando llegó la pandemia se registraron compras de pánico similares a las que se vivieron con el papel higiénico. Los parásitos de la madera en Europa central y oriental y el aumento de los pedidos de Estados Unidos solo empeoraron las cosas".

La interrupción de la cadena de suministro es ahora el mayor desafío que enfrentan las pequeñas empresas en Suiza, según el Barómetro Económico publicado por Swissmechanic, asociación industrial de las pequeñas y medianas empresas dedicadas a los sectores de maquinaria, electrónica y metal.

En una encuesta publicada durante el trimestre del año, se encontró que alrededor del 54% de las 174 firmas consultadas consideraron los problemas de la cadena de suministro como el mayor desafío que encaran, por encima de otras preocupaciones como la escasez de mano de obra y la falta de pedidos.

Los proveedores suizos de componentes para la industria automotriz mundial se han visto afectados por la interrupción en la producción de vehículos que es resultado, a su vez, de la escasez de semiconductores y otros cuellos de botella en el abasto.

Autoneum Holding AG, por ejemplo, fabrica piezas para sistemas de protección acústica y térmica y tiene fábricas en 55 ubicaciones en el mundo, incluidas China y Corea del Sur.

“Autoneum se ha visto afectada indirectamente por el desarrollo actual del mercado debido a la escasez de chips y a otros cuellos de botella en la cadena de suministro de los fabricantes de vehículos”, dice a swissinfo.ch Claudia Güntert, jefa de comunicaciones corporativas del fabricante con sede en Winterthur.

Sus plantas han tenido que ajustar la producción para hacer frente a los cambiantes programas de manufactura de sus clientes y la compañía se ha visto obligada a despedir al personal temporal e instrumentar jornadas reducidas, expresó Güntert.

Pero la firma confía en que la situación mejore en 2022 gracias a la sólida demanda que hay por parte de los consumidores y confía en que la producción volverá a niveles pre-COVID en el 2023, porque regresará la demanda de los clientes que ahora está inhibida por la escasez de semiconductores.

Incluso ABB, una de las empresas más grandes de Suiza, dedicada a la fabricación de sistemas eléctricos de equipo pesado, se ha visto afectada. En octubre, durante la conferencia telefónica en la que presentó sus resultados financieros del tercer trimestre, el director ejecutivo Björn Rosengren afirmó que su mayor problema ha sido la adquisición de semiconductores. "Los cuellos de botella de la cadena de suministro nos acompañarán durante varios trimestres más", dijo Rosengren, según la agencia AWP.

A pesar de los desafíos planteados por la pandemia y las interrupciones de la cadena de suministro, los fanáticos de Stöckli, incluido Odermatt, que irán a los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín en febrero, podrán tener un par de esquís.

Fuchs confía en que la empresa ha hecho lo suficiente para mitigar los riesgos de su cadena de suministro. Los pedidos se envían a los proveedores con mucha antelación, los estantes del almacén de Stöckli están llenos y las máquinas trabajan a tope mientras los trabajadores dan forma y pulen los esquís.

En el mejor de los escenarios, la producción ascenderá de nuevo y en un período relativamente corto, de los 40 000 pares de esquís manufacturados este año a lo alrededor de 60 000 habituales.

Pero con el aumento de los casos de COVID en todo el mundo y la cepa Ómicron que amenaza con desencadenar nuevos cierres y confinamientos, la pandemia se confirma como la principal amenaza.

 “Tendríamos que reflexionar largamente sobre cómo vamos a sobrevivir a eso”, puntualiza Fuchs.

Traducido del inglés por Andrea Ornelas

Los comentarios de este artículo han sido desactivados. Puede encontrar una visión general de los debates en curso con nuestros periodistas aquí. Por favor, únase a nosotros!

Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

Con una cuenta de SWI, tiene la oportunidad de contribuir con comentarios en nuestro sitio web.

Conéctese o regístrese aquí.