Ranking: las 50 mejores películas de Netflix disponibles en julio 2022

2022-07-23 00:48:07 By : Mr. Sammy Chen

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Por Lya Rosén y Darío Zambra 22 Jul 2022

¿En busca de una película recomendada? En este ranking elegimos los 50 mejores largometrajes que se pueden ver en Netflix en julio de 2022.

Son tantas las opciones de largometrajes que la plataforma de straming ofrece en su catálogo, que a veces es difícil escoger una buena historia para disfrutar en la pantalla.

Por eso recopilamos las 50 mejores películas de Netflix disponibles en julio de 2022 y las ordenamos de menor a mayor según su calificación en IMDB (que va del 1 al 10).

Quentin Tarantino ha ido dibujando una de las carreras fílmicas más personales y singulares de las últimas décadas, donde son claves aspectos técnicos -como una estructura narrativa no lineal y sus planos contrapicados- junto a la presencia de mujeres protagonistas, la violencia, actores fetiche, la música y los homenajes.

Elementos que también están presentes en este filme, el número nueve del realizador estadounidense, quien hace una nostálgica visita a la ciudad de Los Angeles de fines de los años 60 a través de las vivencias de Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), un actor que alcanzó fama en la TV y ahora teme por su carrera, y Cliff Booth (Brad Pitt), el amigo y doble de acción de Dalton que también oficia como su chofer y asistente hogareño.

En compañía de una banda sonora centrada en las canciones de la radio KHJ, entre las que suenan temas de Deep Purple, The Mamas and the Papas, Simon & Garfunkel y José Feliciano, se ve a Rick y Booth recorriendo la ciudad a una cita de trabajo –donde el productor Marvin Schwarzs (Al Pacino) le propone al actor trabajar en Italia- y a la locación de una serie donde Rick nuevamente será el villano invitado.

Así Tarantino va tejiendo un relato mezcla de realidad y fantasía, donde la nostalgia se apodera de cada escena, con una visita a viejas series estadounidenses, comerciales y éxitos radiales del ayer.

En el que también es clave el humor, que siempre ha estado presente en sus películas, pero acá es un elemento clave hasta en los momentos de mayor violencia.

Quienes se enamoraron de Sofia Coppola con Las vírgenes suicidas (1999), terminaron por caer rendidos a los pies de la cineasta con Perdidos en Tokio (2003), su tercer largometraje.

Las luces de la capital japonesa y la melancolía bañan esta película, que se convirtió en una de las mejores de ese año y que obtuvo cuatro nominaciones a los Oscar.

Finalmente se llevó la estatuilla a Mejor Guión Original, con la historia de dos personas que se conocen en un hotel de Tokio, Bob (Bill Murray) y Charlotte (Scarlett Johansson).

Él es una estrella de cine que viajó para participar en varios eventos y ella una joven que acompañó a su marido, un exitoso fotógrafo que no para de trabajar.

La soledad, la extrañeza de estar en una ciudad desconocida y el lobby del hotel los junta y así se inicia un romance que dejó escenas memorables, como ese paseo en un taxi por las calles de Tokio, con el Sometimes de My Bloody Valentine de fondo.

En la fascinante carrera de David Fincher los reconocimientos se los llevan siempre obras maestras como Los siete pecados capitales (1995), Zodiac (2007) o La red social (2010).

Pero en su filmografía también se encuentran joyitas algo olvidadas, como The Game (1997), su tercer largometraje, otro de esos thrillers con su sello que desconciertan y atrapan.

Todo comienza el día de cumpleaños de Nicholas Van Orton (Michael Douglas), un frío y prepotente magnate banquero, a quien su hermano Conrad (Sean Penn) le regala un ticket para participar de un misterioso juego. ¿Y en qué consiste? Nadie lo sabe con exactitud y pese a eso el empresario acepta participar, aunque a regañadientes.

Y comienza de manera macabra, con un payaso de madera tirado frente a su mansión de la misma forma en que murió su padre al tirarse del techo cuando Nicholas era un niño. Desde ahí, el juego se van mezclando con su vida cotidiana, desdibujando poco a poco la frontera entre lo que es real y lo que no.

El desafío cada vez se pone más perverso, oscuro y agobiante, llevando al protagonista y también al espectador hacia una especie de laberinto sin salida donde nada ni nadie son lo que parecen.

Frank Lucas fue el traficante que, a fines de los 60 y comienzos de los 70, puso en jaque la supremacía de la mafia italiana en las calles de Nueva York.

Con su heroína de pureza 100% y a bajo precio, que el mismo traía desde Tailandia, se convirtió en un hombre millonario y poderoso, aunque de bajo perfil, que el New York Magazine reatrató en el artículo The return of Superfly.

Ese reportaje es la base de la película que el director Ridley Scott estrenó en 2007 y que narra el auge y caída de Lucas, quien partió como chofer y guardaespaladas de “Bumpy” Johnson, el traficante que dominaba Harlem y de quien siguió sus pasos.

La cinta se estructura como un relato paralelo que por un lado muestra cómo Lucas (interpretado por un soberbio Denzel Washington) construyó su imperio y, por el otro, al detective del departamento de policía de Newark Richie Roberts (Russell Crowe), el mismo que más tarde terminaría con la ascendente carrera del mafioso afroamericano.

Más de dos décadas después de La invitación (1998), el realizador danés Thomas Vinterberg, quien se hizo conocido por ser parte del controvertido movimiento Dogma 95, volvió a conquistar a la crítica con Otra ronda (Druk en su título original).

Si hasta ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera este año con la historia que protagoniza un grupo de amigos que trabajan como profesores en una escuela: Martin (Mads Mikkelsen), Tommy (Thomas Bo Larsen), Peter (Lars Ranthe) y Nikolaj (Magnus Millangj).

Es en la celebración de los 40 años de este último que comienzan a discutir sobre la teoría del psiquiatra Finn Skårderud, quien pleantea que tener un 0.05% de alcohol en la sangre vuelve a las personas más creativas y relajadas. Y deciden comprobarlo empirícamente, en varias jornadas de borrachera, juntos y por separado, las que traen buenas y malas consecuencias.

Sin embargo, esta embriagadora película no va sobre el alcohol ni lo cuestiona, sino más es bien es una celebración de la vida y, especialmente, de las segundas oportunidades para vivir.

Una conclusión que queda más clara en su inolvidable escena final, donde Mikkelsen (Rogue One: una historia de Star Wars), soberbio con su actuación en toda la película, luces sus dotes con el baile.

Un verdadero viaje en el tiempo hacia la Inglaterra victoriana es el que ofrece esta película de 2005, que adapta la popular novela homónima a de Jane Austen.

Cada detalle, desde el vestuario y los decorados hasta las costumbres llevan mágicamente a esta época en que las mujeres no tenían derecho a heredar los bienes familiares y por eso debían casarse para poder tener un hogar y un buen pasar.

En ese objetivo se concentran las cinco hermanas Bennet, las hijas de un matrimonio de clase baja que vive en una zona rural.

Una de ellas, la mayor, Jane (Rosamund Pike), al parecer tuvo suerte al emparejarse con un millonario que llegó a vivir a una mansión cercana, Charles Bingley (Simon Woods). Mientras su hermana, Lizzy (Keira Knightley), se enamora de un amigo de Sr. Bingley, el altanero y orgulloso Sr. Darcy (Matthew Macfadyen).

Este último parece un romance imposible, de esos que son infaltables en las novelas de Jane Austen, y que te terminará por romper el corazón.

Hace poco más de una década, en septiembre de 2011, llegó a las salas de cine Drive, la versión para la pantalla grande de la novela homónima de James Sallis, luego de varios años como un proyecto a cargo de los productores Marc Platt y Adam Siegel, que incluyó nombres como el de Hugh Jackman.

Sin embargo, su realización empezó a concretarse cuando Ryan Gosling firmó para ser su protagonista y además, por primera vez en su carrera, él pudo elegir a su director. Su opción fue el realizador danés Nicolas Winding Refn, quien a esas alturas ya era conocido por la trilogía Pusher y el biopic Bronson.

Así, bajo la guía del cineasta europeo se concretó la filmación de la cinta de acción y drama, que fue nominada a los British Academy Film Awards -en categorías como Mejor Película y Mejor Dirección- y el Oscar, en el apartado de Mejor Edición de Sonido. Además, Refn obtuvo el galardón para Mejor Director del Festival de Cannes.

Las distinciones para un largometraje que muestra la historia de un chofer (Gosling) de Los Angeles, del cual no se sabe el nombre, que trabaja como mecánico y como doble de acción, conduciendo automóviles en las escenas de acción de películas. Pero también tiene una tercera ocupación.

Esta es la de conducir para ayudar a escapar a los criminales de los atracos, como lo ejemplifica la escena inicial del relato. Pero luego de entablar amistad con su vecina Irene Gabriel (Carey Mulligan) y su pequeño hijo, además de que su jefe lo involucre en un nuevo “negocio”, las cosas tomarán un curso muy peligroso.

Dentro del amplio mundo de las secuelas fílmicas se cuentan varias que lograron equiparar e incluso superar a la película original. Ese es el caso, para muchos, de El Padrino II, Toy story 2, Star Wars: el Imperio contraataca, Batman: el caballero de la noche y, por supuesto, Volver al futuro 2.

La cinta que debutó en 1989 para, nuevamente bajo la dirección de Robert Zemeckis, continuar con las peripecias del joven Marty McFly (Michael J. Fox) y su amigo el Dr. Emmett “Doc” Brown (Christopher Lloyd), luego de su aventura inicial en los años 50 donde lograron que los padres del chico se conocieran y enamoraran.

Pero ahora su destino ya no es el pasado, sino que el futuro, específicamente 2015, hasta donde Marty y su novia Jennifer (Elisabeth Shue) viajan, ya que sus hijos están en problemas. Y como solo ellos pueden ayudarlos, acompañan a Doc en un salto temporal que los lleva a un mundo totalmente tecnologizado.

Donde Doc decide poner a dormir a Jennifer para que no sepa mucho de lo que vendrá, mientras Marty se hace pasar por su hijo Marty Jr. para evitar que este vaya a prisión. Pero lo que los protagonistas desconocen es que el malvado y más viejo Biff (Thomas F. Wilson) se apodera del DeLorean o máquina del tiempo del científico.

En un momento de descuido que usa para entregar a su yo más joven un almanaque que contiene todos los resultados de los principales eventos deportivos de 1950 a 2000. Un hecho clave que volverá a alterar su propia existencia como también la de Marty, Doc y sus familiares directos.

Como pocos colegas, el realizador sudafricano-canadiense Neill Blomkamp debutó de la mejor manera en el mundo del cine, cuando su ópera prima, Sector 9, se convirtió en una de las cintas que más llamó la atención del público y la crítica en 2009, siendo nominada al Oscar en cuatro apartados, incluido el de Mejor Película.

Y lo hizo con un relato del estilo found footage o metraje encontrado, que él coescribió con Terri Tatchell y ofrece una particular mirada al apartheid, o segregación racial, que afectó a su país natal por varias décadas a partir de los años 40. En el que las víctimas del rechazo son extraterrestres que llegan a Sudáfrica.

Lo que ocurre en 1982, cuando una gran nave espacial se sitúa suspendida sobre la ciudad de Johannesburgo. Pronto las autoridades descubren dentro de ella a un millón de alienígenas con aspecto de grandes insectos o crustáceos por su exoesqueleto, todos malnutridos o gravemente enfermos.

A lo que se les ubica en un campamento denominado Sector 9, donde en un comienzo reciben protección y ayuda. Pero dos décadas después este lugar se ha convertido en foco de pobreza y violencia, por lo que la empresa Multi-National United (MNU) se hará cargo de reubicarlos a 200 kilómetros de la ciudad.

Una relocalización para la que los visitantes, llamados despectivamente “langostinos” por su aspecto, deben firmar un consentimiento. Una peligrosa labor burocrática que está a cargo del algo torpe Wikus Van de Merwe (Sharlto Copley), quien luego de ser bañado por un extraño elemento experimentará una grave mutación.

Primero que fue una exitosa novela, que se publicó en 1999 bajó el título original de The perks of being a wallflower y que algunos llegaron a comparar con El guardián en el centeno, de J.D. Salinger, por su retrato de una adolescencia convulsionada.

Trece años más tarde, su mismo autor, el escritor estadounidense Stephen Chbosky, decidió llevarla a la pantalla, haciéndose cargo del guión y la dirección de esta historia, que tiene como protagonista a Charlie (Logan Lerman), un adolescente que ama los libros y a The Smiths, pero que lleva a cuestas traumas, una depresión y su dificultad para sociabilizar.

Al entrar en la secundaria conoce a unos alumnos de último año, un grupo de inadaptados con inquietudes artísticas, quienes se convierten en sus amigos. Entre ellos hay dos hermanos, el extrovertido Patrick (Ezra Miller) y Sam (Emma Watson), la chica de quien Charlie se termina enamorando.

Junto a ellos conoce las drogas, el sexo y las canciones de David Bowie, y comparten las turbelencias de la adolescencia en un relato conmovedor, con una memorable banda sonora -que va de Galaxie 500 a Cocteau Twins- y grandes actuaciones de su trío protagonista.

Advertencia: si vas a ver esta película, es mejor que tengas un pañuelo cerca, porque se trata de un relato emotivo y nostálgico sobre el amor, las rupturas, la familia, el desarrollo profesional y la paternidad.

Aquí, un matrimonio decide separar caminos, a pesar de que el amor sigue existiendo entre ambos y la preocupación por el hijo en común será siempre el nexo que los mantendrá unidos de por vida.

Las sólidas actuaciones de Scarlett Johansson y Adam Driver (más la de la siempre sorprendente y talentosa, Laura Dern) le dan credibilidad a sus personajes y a la historia, en este filme de Noah Baumbach que hace identificarse a muchos de los que han pasado por un divorcio.

Aunque ha incursionado en la comedia, el drama y el suspenso, es en la acción donde Tom Cruise se ha destacado como actor y también por su habilidad para asumir la mayor parte de las escenas de riesgo. Una característica diferenciadora entre sus colegas que ha puesto en práctica en la saga de Misión imposible y también en Al filo del mañana.

La realización de 2014 que mezcla la acción con la ciencia y ficción, y donde Cruise se puso por primera vez bajo las órdenes de Doug Liman, una sociedad actor-director que repetirían en Barry Seal: sólo en América. Y cuya trama lleva a la pantalla la novela ligera -un término nipón- All you need is kill, del japonés Hiroshi Sakurazaka.

Con este relato como base, la cinta sitúa al espectador en un futuro cercano, cuando la mayor parte del territorio europeo está ocupado por invasores extraterrestres. Una raza conocida como los Mimics o Mimos que llegó en un meteorito primero a Hamburgo, Alemania, en 2015, expandiéndose muy rápido al resto del continente europeo.

Pero los humanos se unen y crean la Fuerza de Defensa Unida, un grupo militar que combate la invasión y cinco años más tarde logra una victoria en Verdún, gracias a un nuevo traje de combate -la chaqueta exotraje- y el accionar de la valiente sargento Rita Vrataski (Emily Blunt), una heroína militar bautizada El Ángel de Verdún.

Un avance resaltado por el encargado de relaciones públicas, mayor William Cage (Cruise), quien no imagina lo que le depara su futuro: ser degradado y enviado al campo de batalla sin experiencia en combate. Donde, como es de esperar, es abatido en su primera batalla, pero su contacto directo con un alien hace que quede atrapado en un bucle temporal.

Aunque en el género del documental existen trabajos que siguen las vidas de personas a lo largo de los años, en el ámbito de la ficción cinematográfica nadie se había atrevido a filmar por un extenso período para después concretar un solo largometraje.

Un ejercicio audiovisual que fue abordado en 2002 por el realizador estadounidense Richard Linklater (Escuela de rock) y cuyo fruto llegó a las salas de cine en 2014, para compartir con el público la historia de vida de Mason Evans Jr.

Así, Boyhood retrata el paso de Mason (Ellar Coltrane) de la infancia a la adolescencia. Desde una primera etapa, cuando es un pequeño de seis años que disfruta el que cada noche su madre, Olivia (Patricia Arquette, quien obtuvo tanto el Globo de Oro como el Oscar por su actuación), les lea a él y su hermana mayor, Samantha (Lorelei Linklater), un capítulo de Harry Potter y la piedra filosofal, hasta que abandona el hogar materno para mudarse a un campus universitario.

Diferentes momentos de un desarrollo donde Mason recibe, además, las visitas de su padre (Ethan Hawke), mientras su madre intenta rehacer su vida sentimental y él mismo experimenta los vaivenes del amor juvenil.

Entre los títulos destacados de 2017 se cuenta esta película del italiano Luca Guadagnino, que logró cuatro nominaciones a los Oscar -entre ellas para Mejor Película, Mejor Actor Principal y Mejor Guión, premio que finalmente ganó- al llevar a la pantalla la novela homónima de André Aciman.

Su relato se ambienta en 1983, en la villa campestre italiana donde el joven Elio (Timothée Chalamet) pasa el verano junto a sus padres, un profesor de arqueología y una traductora.

Ese en ese entorno idílico donde el muchacho inicia una relación amorosa con el estudiante de posgrado Oliver (Armie Hammer), asistente de investigación de su padre, un amor de verano que les cambiará la vida.

Y aunque la cinta tiene momentos sonrojantemente clichés -la famosa escena del durazno- termina por conquistar con su ciudada fotografía, con su banda sonora, que incluye canciones inéditas de Sufjan Stevens, y especialmente con la actuación de Chalamet, en uno de sus papeles más recordados.

Un romance que podría seguir, porque ya está confirmada la secuela de Call me by your name, aunque sin fecha de estreno.

Entre el 26 de mayo y el 4 de junio de 1940, el poblado francés de Dunkerque fue escenario de un dramático pasaje de la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis rodearon a tropas aliadas.

Un hecho que el director Christopher Nolan (El origen, Interestellar) llevó a la pantalla en 2017 y con la que ganó tres Oscar.

Su visita al conflicto armado la articula a través de tres relatos: el primero centrado en Tommy (Fionn Whitehead), uno de los cientos de soldados anclados en la playa francesa; el segundo lo protagonizan los pilotos Farrier (Tom Hardy) y Collins (Jack Lowden), a la caza de aeronaves alemanas; mientras que el tercero cuenta la historia del Sr. Dawson (Mark Rylance), quien en su yate se une al rescate de sus compatriotas.

Tres miradas que se entretejen y sumergen al espectador en un imperdible drama bélico, que posee un ritmo trepidante, actuaciones precisas y una inmejorable banda sonora a cargo de Hans Zimmer.

El guionista y director estadounidense Rian Johnson (Star Wars: los últimos jedi) es el realizador de esta aplaudida película que mezcla comedia y suspenso, y cuyo relato se inicia cuando la ama de llaves Fran (Edi Patterson) encuentra a su patrón, Harlan Thrombey (Christopher Plummer), sin vida en un cuarto de su gran casa en Nueva Inglaterra.

Todo apunta a que fue un suicidio, ya que el cuerpo presentaba una herida en el cuello, mientras en una de sus manos tenía una navaja. Sin embargo, los policías deben hacer una última interrogación a sus familiares, por lo que comienzan a hacerse presentes. Entre ellos, su hija mayor Linda (Jamie Lee Curtis) y el esposo de ésta, Richard (Don Johnson).

Luego se suman su hijo Walter (Michael Shannon) junto a su mujer Donna (Riki Lindhome) y su hijo Jacob (Jaeden Martell); Joni (Toni Colette) y Meg (Katherine Langford), viuda e hija del desaparecido hijo de Thrombey, y Marta Cabrera (Ana de Armas), la joven e ingenua enfermera del difunto escritor de novelas de misterio.

Pero alguien más llega: Benoit Blanc (Daniel Craig), un famoso detective de marcado acento sureño que fue contratado de forma anónima para investigar si Harlan fue o no asesinado, y, de ser así, quién lo habría hecho. Y quien se convertirá en el motor de una sucesión de inusuales hechos y descubrimientos.

Los británicos Sacha Baron Cohen y Ben Whishaw estuvieron contemplados para el rol principal, pero finalmente fue el estadounidense Rami Malek el elegido para encarnar a Freddie Mercury en este biopic de 2018, que dirige Bryan Singer.

Largometraje que muestra su camino al estrellato y cómo alcanzó los primeros lugares de los rankings junto a su banda, Queen, como también el desarrollo como máxima figura de la música

Aunque el subtítulo de la película es precisamente La historia de Freddie Mercury, y su persona es el eje de su acción, se echa de menos más profundidad en los diversos aspectos que fueron parte de su extravagante existencia, bien conocida por la mayor parte de sus fanáticos, como su nunca reconocida homosexualidad y sus excesos.

Sin embargo, gracias a anecdóticos momentos de su carrera, como cuando grabaron la canción Bohemian Rhapsody, su potente banda sonora y la inmejorable actuación de Rami Malek, el filme se transformó en placer culpable de muchos de los admiradores de Queen y Mercury, y de miles de fans de la música popular.

En el mundo de los cuentos de hadas cualquier cosa puede pasar, y bien lo sabe Shrek, el gruñón y verde ogro que 2001 llegó a conquistar las taquillas de los cines de todo el mundo.

Además de ganar el premio Oscar a Mejor Película de Animación en 2002 y estar en la selección oficial del Festival de Cannes en 2001, consiguió tener tres secuelas oficiales.

En Netflix está disponible la saga completa, aunnque nuestra favorita será la primera, la que nos hizo amar a Shrek y a toda su galería de entrañables personajes.

El estreno de Madres paralelas en Netflix no solo abrió la posibilidades de sus suscriptores de conocer la última y aplaudida creación de Pedro Almodóvar, sino que además el que la plataforma sumará a su oferta gran parte de la filmografía del incomparable director manchego, una de las figuras claves del cine español de las últimas décadas.

Y entre los títulos que se encuentran disponibles se cuenta una de los contadas realizaciones de Almodóvar en que el protagonismo recae en los hombres: Hable con ella, la película de 2002 que se convirtió en un éxito de taquilla como también de crítica, obteniendo, entre otros galardones, el Oscar a Mejor Guión Original.

Una cinta que tiene como eje de su narración a dos personajes: Benigno Martín (Javier Cámara), un enfermero que dedica sus días a cuidar a una joven en coma, y Marco Zuluaga (Darío Grandinetti), un periodista argentino que vive en España. A los que la narración introduce cuando comparten asientos en una presentación de danza contemporánea.

Sin embargo, la trama todavía no intersecta sus destinos y los presenta con sus respectivas historias. Así se ve cómo a Marco se le encomienda hacer una entrevista a la torera Lydia González (Rosario Flores), quien en el último tiempo ha hecho noticia con su trabajo en las plazas como por el quiebre de su relación amorosa con un colega.

Al mismo tiempo que Benigno cuida con devoción de Alicia Roncero (Leonor Watling) en la clínica en que ella ha estado en coma desde hace cuatro años. Pero hay un detalle que pronto se conoce: el enfermero conocía a la chica antes del accidente que la dejó postrada, cuando la espiaba en su clase de ballet desde la ventana de un departamento.

El gran cineasta Martín Scorsese hizo su debut en grande en Netflix con este monumental filme de casi tres horas y media que retrata, como ya nos tiene acostumbrados, el mundo del crimen y de las mafias.

Esta vez lo hace a través de los recuerdos de Frank Sheeran (Robert de Niro), un sicario que trabajó para un grupo de gangsters y también para uno de los líderes sindicalistas más conocidos que ha tenido EE.UU., Jimmy Hoffa.

Aparte de contar con la maestría de Scorsese en la dirección, cuenta con tres actorazos en los roles centrales: De Niro, Jose Pesci y Al Pacino. Un filme imperdible para todo amante del cine.

La imagen de Will Smith golpeando a Chris Rock se convirtió en el momento con que tristemente será recordada la pasada versión de los premios Oscar, eclipsando sus buenos instantes y los nombres de los artistas que fueron premiados en su ceremonia. Entre ellos, ni más ni menos, que el mismo Smith.

Quien recibió su primer galardón como Mejor Actor por su actuación en Ray Richard: una familia ganadora, la cinta sobre el padre de las tenistas Venus y Serena Williams, después de haber estado nominado a dicho premio en dos ocasiones, también por encarnar a personajes de la vida real.

La primera de ellas por su interpretación de Muhammad Ali en Ali (2001) y la segunda por llevar a la pantalla a Chris Gardner, el emprendedor que logró sobreponerse a la pobreza y criar a su hijo gracias a su constancia. Y cuya historia revive En busca de la felicidad con un relato situado en 1981.

Cuando en San Francisco él trabaja como vendedor de escáneres para medir la masa ósea, visitando a diario las consultas de médicos que no adquieren el aparato por su elevado costo. Lo que, sumado a la crisis económica del país, hace que cada vez sea más difícil ganar dinero y aumenta los problemas con su esposa.

Todo empeora cuando ella se muda a Nueva York por un mejor trabajo y él queda a cargo de su pequeño hijo Christopher (Jaden Smith), al mismo tiempo que se convierte en aprendiz de corredor de la bolsa, pero sin paga, y es obligado a abandonar la casa en que vivía por los meses de renta adeudada.

Esta es probablemente la película de anime dirigida para público adulto más famosa e importante de Japón.

Un filme de culto con su historia de ciencia ficción post apocalíptica y su estilo cyber punk, que ha sido parodiada por varios programas de occidente e, incluso, hoy con un trabajo para llevarla a live action.

Estrenada en 1988 y realizada por Katsuhiro Ōtomo, ocurre en el 2019 en la ciudad de Neo-Tokyo, en un futuro post apocalíptico.

Ahí, el protagonista es Shotaro Kaneda, quien sale junto con su pandilla de motociclistas que inician una lucha contra otro bando. Pero Tetsuo Shima, su mejor amigo, sufre un accidente cuando choca su motocicleta contra un extraño niño.

Ese niño es parte de un experimento del gobierno, de infantes con poderes, y al chocar con él Shima adquiere habilidades sobre naturales, como telequinesia, pero no los controla bien, saliéndose de control y llevando a un caos en la ciudad.

Una historia imperdible que, además, habla sobre el miedo de los japoneses a los desastres nucleares post bombardeo de Hiroshima y Nagasaki.

Este filme, dirigido por Alejandro González Iñárritu (Amores Perros, Gravedad) le trajo a Leonardo di Caprio su primer Oscar como Actor Protagónico y no era para menos, porque su trabajo aquí es sensacional.

Interpreta a un personaje histórico, Hugh Glass, un explorador medio chapucero que a inicios del siglo XIX se interna por inexplorados paisajes de EE.UU.

En una de esas aventuras, junto al grupo que encabeza sufre una emboscada por parte de un grupo de indígenas, quienes les roban las pieles que llevaban y otros artículos.

Algunos logran escapar, entre ellos Glass, el único que conoce la ruta de regreso. Pero herido por un oso, el resto del grupo lo abandona a su suerte, momento en que comienza una real batalla por la supervivencia.

Una montaña rusa de crudeza y emociones en un filme realmente atrapante.

Puede que la hayas visto más de una vez en el cable o en esas tardes de cine en la TV abierta. Pero es que uno nunca se cansa de la criatura más aterradora de los 70.

En 1975, Steven Spielberg inauguró la saga de Tiburón con esta cinta, que se convirtió en un blockbuster y en un clásico de las películas de terror.

Inspirada en la novela homónima de Peter Benchley, ahonda en el miedo colectivo de este animal marino que acecha las costas y que es capaz de convertir unas plácidas vacaciones en un tragedia.

El de este filme es un tiburón blanco que causa el pánico entre los bañistas de la playa de Amity Island y que nos hace gritar de susto mientras suena la icónica música que creó John Williams.

Aunque en su estrenó en 1985 los críticos la destrozaron, Esperando la carroza se terminó en una de las películas argentinas más recordadas de todos los tiempos y, para muchos, en un verdadero filme de culto.

Hasta en Chile, cuando se exhibía en la TV de los 90, sacaba carcajadas esta comedia satírica que adaptó la obra de teatro del mismo nombre, escrita por el rumano radicado en Uruguay Jacobo Langsner, guionista también de la cinta que dirige Alejandro Doria.

En poco más de 90 minutos, desnuda la hipocresía de la clase media argentina al mismo tiempo que hacer reír con la historia de una familia que un domingo se reúne para comer ravioles y que termina en un “quilombo” cuando desaparece la abuela, Mamá Cora (Antonio Gasalla).

Gracias a un elenco que incluye a grandes actores y actrices argentinas, como Luis Brandoni y China Zorrilla, deja una lista larga de momentos y diálogos hilarantes y también frases que quedaron grabadas en la memoria, como “tres empanadas” y “una pobreza digna”.

La segunda parte del ranking, con las películas del 25 al 1, la puedes revisar acá.

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